Y al fondo de todo, el magma incandescente de una última abertura tras la recámara de la grieta honda
Un rojo escarlata con irradiaciones brillantes de calor puro donde esencia y carne se funden y evaporan.
En un solo instante la noción del entorno se convirtió en un mareo imprevisto, sudor, apriete de mandíbulas
timbre en los oídos, ese calor, infinito y envolvente, un tropiezo y cae hondo por la grieta al martirio.
De un sobresalto, despierta, boca abajo, sudando en la sala de un hospital
con los labios secos y confundido por un tubo que ingresa por su garganta.
A su alrededor todo está plastificado.
domingo, 5 de julio de 2020
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