jueves, 2 de julio de 2020

atravesé el umbral de las sombras
el muro era de papel avejentado
¿donde he despertado esta vez?

ya llegue y me construyen mil ensoñaciones
espacios de osadías y funestos temores
tremebundas desolaciones sobre,aquello
que esta oculto recién tras el otro muro
que todavía ni visualizo pues está oscuro

alcé mi mano para prender la luz
y no había sinó una copa rota
estaba mi pluma tibia de versos
la añoranza de tocar el borde de tu mejilla
me ví disperso, anhelando un momento incierto
no entendía y ví
mis manos cansadas de oficios
pero mi centro es ver concretado el hechizo
de que el relato no pierde el impulso, la inercia
solo debo ascender mi cuerpo a un pecho erguido
y ver que es lo que ha sucedido

para mi sorpresa, no era una escena compleja
estaba una guía con teléfono
con una rueda de madera
seria faena
y en el buscar la espera fué eterna
el momento se hizo horas y la noción de que era
desapareció en la sensación de
recorrer las páginas por mero ocio
Entonces sentí que ya había hecho ese llamado
mis pies alzados buscaban un portal distinto
y aqui me guio el instinto
y aparecí en un lugar amplio
un claro de selva iluminado por una vela
me recordó mi cautela
y dios
como valió la espera
ya que finalmente
una idea no flagela sino que
profundamente alguna vez ya recorrí este lugar
por ende solo es observar y ordenar
hasta encontrar el juego de mi llave
para desenmarañar más detalles

Me iluminaba un sol que a la vez era lámpara colgante
y yo, inoporante, sentía que era momento desesperante
digo, por costumbre
ya que entendía que todo era un sueño
uno insigne, brillante
manifiesto e indudable
el oasis donde la fuente es inagotable
y trasnparente el tiempo

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