viaje caleidoscopico

sutil entró sin hacer ruido
no despertaste el incierto
la duda sigue durmiendo como beoda
y fue tanta la tranquilidad
que sopló la brisa esperanzadora
trayendo bien hasta el corazón
bien hondo
tu aroma que conocí junto a un boldo

una escalera, algo abandonada
dirigía antaño a un ático de recuerdos
un museo-mausoleo
lleno de novelas añejas de amor
fotografías a medio quemar
discos rayados;
en el recómbito ímpetu de volvernos a tener
viajé
me fui lejos, donde tú fuiste otoño y yo primavera
donde el canto de rezo son cimientos
de palacios de todos y para todos
en este viaje, por desiertos y ríos
descubrí el amor intrinseco a la vida
pues yo y tu nos reflejamos
hasta los huesos
pero somos un manantial de agua calma
reflejamos cielo y estrellas
y a todo aquel que quiera beber tendrá el amparo
de un infinito amor que nace de mi para explotar en todo
y descanzar en tu rostro, en forma de caricia
Hoy la Luna nos aúlla, a ti y a mi.