la cerveza, amarga, no me dejo animo para leer nada
el completo italiano, desabrido, ni me motivo a terminarlo.
la noche helada y lluviosa me mandaba a mi casa rapidamente
y yo el porfiado
salí a resfriarme bajo la lluvia
a recitar poesía improvisada al desquicio
al agrabio
al funesto destino
al enojo esporádico
y la noche empeñosa
me mandaba helados témpanos que me carcomían las extremidades
y yo
el porfiado
pateaba pozas de agua en actitud desafiante
mirando al cielo, escupiendo el destino
Llueve más cobarde.
así luego de escribir epitaficos versos
llorar en mi mundo rodeado de jolgorio
emprendiendo la ruta
encontre nuevamente un estado de animo que ya conocía
el de
Que te importa?
nada! sentado en una banca, mojado hasta las patas, mirando al cielo ya sin lagrimas para llorar
cantando baladas y recapitulando la alegría y la rabia
me encontre en ese estado de animo que compartí con mi hermano amigo
pero el no estaba, el falló
y esta bien que lo haga, tu merecido.
corriendo cantando gritando y pateando pozos
asi
soy infeliz.