Las noches explican a cada benefactor de su título el como corresponderle su oscuridad. Apagándose, oscureciendo. Dándonos a conocer que el sol es la esperanza y la luz una ilusión divina.
¿Cuántos soles y noches rondan en mi ser? ¿Será el descanso y el alimento el astro que da vida? ¿Será el amor el atardecer que muestra que siempre se acerca una noche?
Todo es justo. Rápido vienen decisiones, fugaces vuelan consecuencias. Rápido llamamos a la soledad y ella viene en nuestro auxilio. Necesito saber cual es mi amanecer. Necesito activar mi cuerpo y negar mi noche. Solo para saber que atardece a diario. Solo para esperar que vuelva mi sol candente. Solo que el se reniega de tantos. Solo que el espera iluminar otros caminos. Es justo, lo se. No quiero aceptarlo. No puedo aceptarlo. Por eso es hermoso vivir en ilusiones y fortalezas de viento y hierbas. Ellas protegen en custodia incesable las ganas de sentir, su luz y su brisa. Se aleja, lo se. Ya no es mía, nunca lo fue. Todo es justo, repite mi conciencia. Todo es mierda aclama mi corazón. En esta batalla el cuerpo queda estático.
Se plasma en palabras que no encuentran su camino.
martes, 13 de noviembre de 2007
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