Te diría que no te involucres conmigo
que no cruces el camino y añores mi destino
mi voz mantiene su tino
Esta voz sin prudencia no conserva la  práctica ni consecuencia
La experiencia es constante para canciones que involucren regalos y pasiones
no requieres el fruto de la paciencia
solo el regalo del momento necesario
la pasión de la canción sostenida.
Para mi la canción es un regalo de nuevas alternativas
porque no esperar el consuelo de una canción bien cantada
Una melodía que sostiene su anhelo para ritmos con distintos desconselos
Agradecido de la certeza de tenerte
aplaudo el aparecimiento de tu sonrisa
ya que es una gran esperanza de salidas incesantes
Un ritmo parlante para una voz inconstante
tu voz es mi dulzura de esperas trepitantes
Necesaria es la espera ya que el ritmo se aferra a sí mismo
Necesaria la plegaria para rezar este alivio
Mi dulzura espera por este momento
gracias a mi tormento he sabido cual es el costo de las palabras

El agradecimiento permanece en una larga canción de ternura y compasión
Larga lectura es necesaria para sostener el don de la lectura superficial
La talentosa sonrisa que nos permite amar
Gracias a la sonrisa podremos obtener el resultado de una vida de alegrías
Pese a que no sea necesario
pese a que no abunde la inteligencia
para nosotros hay una elegancia inaudita
Crece mi corazón de tanto canto
Florece desde el encuentro la pasión de tener los pies en la marcha
para no salir de nuestro lugar necesitaremos saber actuar
pese a que sea un error premeditado
nos sostendremos entre los curiosos para no tener el corazón roto
¿Cuales son tus dudas?
Las necesarias para romper el corazón con solo un canto
La melodía no me envolvió
Solo remarco la necesidad de transformarnos en cantos y alivios
Tengo para ti un destino demarcado
El cual no tiene prudencia
Carece de la escencia necesaria para amanecer denuevo
El canto se envuelve, el canto nos espera
ya que la canción se vuelve un tono amigable.
Para mi que no hay barreras en este ilusorio peregrinaje
Solo hay velas que alumbran nuestro paraje