asombrado mi carne hervirá por si misma
es una advertencia
ebullición y dequicio
repartido en tu vida iré siempre
invocando caricias y calmas delicias
se dispone a partir así el susto a la muerte y llorar
ya no quiero verme recordar mi voz
me vuelco al panal, soy fruto de miel
en tus días puedes ser nueva
puedes ser antiguo y la melodía que escuchas
Los cangrejos se extrañan pues caminamos erguidos
y el odio se ampara en el olvido
se extraña el mal pues el perdon sabe actuar
cuando se separa para volverse a encontrar
un segundo maldito en que el pecho recogido
encuentra un alivio
el aire que vivo
ahora con hambre mi sangre hervida
se revalsa de tanta partida
al final se quedan quienes tienen que quedarse
y se marchan los viajeros sin pausa
allá ustedes salúdenme a las lejanías
no me verán aun
aún no es mi día
hoy estoy aki
en mi hogar amaso pan
y rio con mi sobrina
que alegría me dan