domingo, 11 de abril de 2010

La fragilidad de las palabras disfraza sutileza hierve en mi cabeza
Esperando en vano, se acercó a mi con animos apiadados.
siempre esperando hacer lo correcto, me hundo incierto.
Lo dicho florecerá, inundando mi apatía
Hoy mi cuerpo llora ingenuo.
En auxilio los amigos llaman, pero todos viviendo ensimismados caimos ebrios.
Enamorado vi como mi juicio arde
los males pasan, los años pasan.
De cualquier manera, no creeré todo lo que me digan

jueves, 1 de abril de 2010

sin pensarlo dos vces
entre en ese cuarto oscuro
con miedo invoque mis ultimas alegrías
desconociendo mi destinto, estas,
prendieron un pekeño lucero